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Cuando aterrizamos y llegamos al aeropuerto de Narita estábamos muy cansados y acababa de amanecer de Japón, pero la ilusión del viaje podía con nuestro cansancio. En el aeropuerto nos esperaban nuestro amigo Alain su suegra, Sachiko y su cuñada, Yuri. Nos hizo mucha ilusión conocer en persona a Sachiko y Yuri que ya las conocíamos “virtualmente” gracias al blog de Alain.
Alain, Sachiko y Yuri nos guiaron por el aeropuerto hasta un punto de alquiler de móviles ya que les comentamos que quizás necesitásemos móviles para llamar a casa y este servicio tan solo se encontraba en los aeropuertos. Pero tras hacer varias consultas y constatar los altos precios de las tarifas de llamadas, optamos por prescindir del alquiler de móviles.
Gaby y yo llevábamos nuestro ordenador portátil y en el hotel que nos había buscado Alain había Wifi gratuita, así que ofrecimos nuestro ordenador a todos los compañeros de viaje para que pudiesen comunicarse con sus familiares a través de telefonía por internet.
Pero aprovechando que en frente de uno de los puestos de alquileres de móviles había un McDonalds hicimos un pequeño almuerzo a base de hamburguesas exóticas, como la de gambas.
Por cierto la hamburguesa de gambas era excepcional, incluso podías ver las gambas!!
Aún no eramos conscientes que estábamos en Japón ya que nos pasamos muchas horas en las instalaciones del aeropuerto, y es que teníamos que activar nuestro ticket de Japan Rail. Ese ticket es una especie de bono de tren que solo sirve para los servicios que presta Japan Rail (la Renfe Japonesa) en los que se incluye el famoso tren bala. Ese ticket solo se vende exclusivamente a los extranjeros que visitan Japón y esta a la venta en las agencias de viaje autorizadas, que en España están ubicadas en Madrid y Barcelona. Nosotros necesitábamos ese ticket para viajar durante nuestra estancia en Japón, así que teniendo en cuenta que había una oficina de Japan Rail en el aeropuerto y de que tanto Alain como su familia nos podían ayudar con el idioma, se activaron nuestros tickets y nos los cambiaron por billetes de tren bala.
Una vez resuelto toda la burocracia tomamos un tren hasta Tokio, Sachiko y Yuri nos harían de guía y nos llevarían hasta el Hotel en el barrio de Ueno. Alain se fue en dirección contraria para dirigirse a la ciudad donde vive y acomodar a sus padres que estarían durante toda su estancia en Japón en su casa.
El viaje de tren duro una hora y aunque atravesamos muchos núcleos urbanos pudimos ver el paisaje de Japón que tanto Gaby como yo coincidimos en que se asemejaba mucho al norte de España.
Cuando llegamos a la estación de tren del Barrio de Ueno y pudimos -por fin- pisar las calles Tokio para ir hacia el hotel, es cuando percibí que estaba en Japón.
Había mucho trasiego de coches y gente, pero sin embargo el silencio era inquietante. Se podía oír las pisadas de los transeúntes sobre todo lo demás, la gente no hablaba entre ellos y los automóviles emitían muy poco ruido.
Tuve una sensación muy extraña, me impresiono bastante e incluso me creo inquietud, no estaba acostumbrado a tanto silencio en medio de la ciudad. Mientras tanto Sachiko y Yuri nos ayudaban con las maletas conforme podían y preguntaban a los transeúntes por la dirección del hotel, ya que ellas nunca habían estado allí.Yo iba fijándome en el paisaje urbano de Ueno, una enorme autopista atravesaba el barrio y los peatones debían cruzarla mediante puentes que comunicaban la estación con el resto de Ueno, todo ello rodeado de puentes elevados para los trenes con destino a la estación.
Ver mapa más grande
A su vez estos puentes peatonales eran paralelos a una autopista elevada y todo ello coronado de edificios con fachadas repletas de carteles publicitarios con colores muy llamativos.
Sachiko consiguió finalmente encontrar el hotel y nos llevo hacia el , tuvimos que atravesar los puentes elevados de Ueno y una plaza que se ubicaba culminada por un extraño monumento de llamativos colores. Finalmente bajamos por unas escaleras automáticas – asentada en plena calle!-
Atravesamos todo el centro del Barrio de Ueno para llegar hasta el hotel, la calle del hotel estaba repleta de restaurantes, maquinas de refrescos y algo que agradeceríamos durante toda nuestra permanencia en Japón, un supermercado 24 horas!
El aspecto exterior del hotel era como de juguete, pero esta impresión me lleve de casi todas las construcciones civiles de Japón. Dentro estaba el recepcionista que resulto ser una persona encantadora que incluso hizo algún que otro intento de hablar español con nosotros.
Sachiko se encargo de pedir las llaves de nuestras habitaciones y hasta que no estuvimos todos alojados no se fueron ni ella ni Yuri.
Nuestra estancia en Japón acababa de empezar...
…Continuará…
El mismo sabado que quedamos con Sonia y Pablo, también lo hicimos con Balma y Javi. Esa tarde había una feria del chocolate enfrente de El Corte Ingles y cuando se lo dije a Balma no se lo pensó dos veces y vino hacia Castellón con su marido Javi.
Javi y yo somos amigos desde que el tenia los 16 años, fuimos compañeros de trabajo durante mucho tiempo y nunca perdimos el contacto después de que el se fuese a la mili y dejase la empresa.
A Balma la conocí posteriormente, cuando Javi empezó a salir con ella, estamos hablando de que la conozco ya unos 8 años. Gaby la conoció poco después de que yo. Durante estos años las dos parejas hemos hecho muy buenas migas y coincidimos por lo general en nuestros gustos, cuestión que nos ha venido muy bien para profundizar en nuestra amistad. Siempre que podemos quedamos con ellos y una cosa que nos gusta mucho de Javi y Balma es compartir alguna escapada de fin de semana o pascua y es que nos lo pasamos bien con ellos. Lo que más me gusta de ellos es que son una pareja muy sana y sincera y eso es de agradecer. No nos podemos ver mucho por los horarios diferentes que tenemos, pero nunca perdemos el contacto.
Por eso les llamamos para poder vernos ese sábado y aprovechar la ocasión de que había una Feria del chocolate –Balma tiene delirio con el chocolate-. Y creo que ahora que esta embarazada más todavía. Balma ya esta de 8 meses y es primeriza, lleva un niño y ya saben como le llamaran , David.
Estuvieron dudando después de seleccionar varios nombres se quedaron entre Jorge y David, cuando nos preguntaron que nombre nos cautivaba más le dijimos que David- de hecho era el nombre que yo le pondría a un hijo mio-.
Finalmente optaron por David.
Cuando llegamos a la Feria del Chocolate vimos que pedían un euro por la entrada y te daban a parte una consumición de chocolate. Nos pareció excesiva la idea de que en una Feria de fabricantes de chocolate pidieran para entrar un dinero, …por ver sus productos!! Ademas la cola era enorme!!!
Así que decidimos Balma, Javi, Gaby y yo ir a la chocolateria Valor que hay en El Corte Ingles a tomar un delicioso chocolate. Tanto Sonia como Pablo se quedaron ya que perdieron las ganas de probar ningún chocolate, y es que ya era bastante tarde para merendar. Pero a nosotros nos pudo la gula y fuimos a Valor.
En Valor preparan uno de los chocolates más deliciosos que hemos probado, ademas tienen granizados de chocolate negro y blanco que están tremendos y que no se encuentran en ninguna otra parte.
Parece ser que mucha gente peno lo mismo que nosotros y decidió ir a Valor ya que no quedaban ni churros ni porras, pero la chica que nos sirvió se compadeció de Balma y de su antojo de churros y le preparo unos pocos para ella sola, aunque luego los compartió con Gaby.
Os iré contando por episodios alternados con las vivencias actuales nuestro viaje a Japón. Será una mezcla didáctica y de impresiones personales. Espero que cualquier duda que tengáis las dejéis en comentarios.
El inicio del viaje pensaba que iba a ser algo más complicado, teniendo en cuenta que salíamos de Vila-real en un micro bus alquilado hasta el aeropuerto de El Prat (Barcelona), para luego hacer transbordo en Londres y coger el vuelo directo a Narita (Japón).
Mis nervios eran justificados, cualquier fallo o algo no previsto podría hacernos perder un vuelo. Y la verdad también consideraba que en cierta medida podria ser responsabilidad mía, el hecho de que algo no funcionase, al fin y al cabo fui yo quien se ocupo de los entresijos del viaje (alquiler de bus, compra de billetes de avión, etc)
La salida de Vila-real fue a las 4 de la madrugada!! Y menuda madrugada que hacia, lluvia y viento nos despidieron de casa. La verdad que hasta El Prat se nos hizo a todos muy corto!!! Y es que íbamos todos dormidos
Lo que determino nuestra salida desde Barcelona y no de Valencia fue la cuestión economica , la diferencia de coger un vuelo hacia Londres desde Valencia o Barcelona era de unos 300 € -valía la pena el madrugon-.Una vez en el avión que nos llevaba hasta Londres mis nervios se fueron relajando ya que era muy importante que el vuelo de Barcelona no se retrasase.
Cuando aterrizamos en Heathrow (Londres) nos apresuramos a embarcar en British Airways y de hecho fuimos los primeros, pero esto no nos sirvio de mucho, ya que no nos pusieron a nadie de nuestro grupo juntos, de hecho Gaby y yo fuimos durante las 14 horas del viaje cada uno en un extremo!
La primera vez que vi el avión que nos llevaría a Japón me impresiono, era enorme! El modelo en concreto era un 747 o como todos los conocemos un Jumbo, con una grandiosa capacidad.
De lo que me fui percatando es que el interior era bastante viejo y muy mal mantenido, cosa que me decepciono ya que todo el mundo me comento que British Airways poseia una de las mejores flotas para vuelos continentales.
Las 14 horas hacia Japón no se hicieron muy pesadas, teníamos una pequeña pantalla insertada en el respaldo del asiento del pasajero de enfrente, era táctil y según el canal que elegías podías disfrutar de películas de estreno y series de televisión–en español latinoamericano- y también tenias la opción de saber en tiempo real donde se encontraba el avión en ese preciso instante. Nuestra ruta fue desde Londres hasta los países escandinavos, atravesando toda Rusia para luego pasar por Corea del Sur hasta llegar a Japón.
Mientras duro nuestro vuelo se nos hizo de noche durante unas cuatro horas , nuestra salida de España fue a las 11 de la mañana y tras casi 22 horas de viaje entre transbordo y demás llegamos a Japón a las 10 de la mañana.
Durante el vuelo nos aconsejaron que cada 3 o 4 horas nos levantásemos y moviéramos las extremidades para que la circulación no sufriera por estar tantas horas sentados. Lo hicimos, pero no como hubiésemos querido ya que las filas eran de tres asientos y teníamos que molestar al resto de pasajeros.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando vimos Japón desde el aire, pudimos divisar un país ciertamente verde y muy montañoso, pero lo que nos sorprendió es los pocos centros urbanos que pudimos divisar, parecía un país despoblado! Y es que la población se concentra en la costa Este y no en el Oeste que es por donde entro el avión.
Pero lo más curioso es que hasta que no salí del aeropuerto y llegue a Tokio a más de una hora en tren , no tuvimos noción que realmente estábamos en Japón…Pero eso es otra historia
…Continuara…..
El pasado fin de semana Gaby y yo quedamos con nuestros amigos Pablo y Sonia para dar un paseo por Castellón, la capital de nuestra provincia. Mi ciudad, Vila-real, esta a tan solo 7 kilómetros de la capital. Esto supone que sea el centro de compras por excelencia de los propios habitantes de Vila-real. Y es que a diferencia de mi ciudad, Castellón, aporta bastante oferta de compras y de ocio para sus ciudadanos y visitantes.
Castellón siempre tuvo fama de ser una ciudad fea, sin embargo en estos últimos 10 años se ha embellecido bastante y ha crecido como ciudad de servicios. Nuevas tiendas, restaurantes y locales nocturnos han surgido haciendo de Castellón una ciudad atractiva para el ocio. Antes Gaby y yo solíamos ir mucho a Valencia, hasta que un día decidimos volcarnos un poco más por Castellón.
Y es que antes siempre íbamos casi todos los fines de semana a Valencia y nos cansaba tener que hacer un trayecto (relativamente largo) cada vez que queríamos un poco de diversión o simplemente distracción. Hasta que un día le volvimos a dar una oportunidad a Castellón y descubrimos que había muchas más oferta que antes, pero lo que más nos sorprendió fue que había locales de ambiente! Antes eran inexistentes, a raíz de ello vamos siempre que podemos a Castellón y cada vez menos a Valencia, que por lo general lo dejamos para algún de entre semana para ver a nuestra amiga Paula.
Anoche me lleve una sorpresa. Estaba hablando por teléfono con Balma y Javi para ver que tal estaban cuando me llamaron al telefonillo. Vi que era mi hermana y que llevaba algo en brazos, yo supuse que era Edin , el caniche toy de mis padres y que mi hermana lo había sacado a pasear. Cual fue mi sorpresa cuando mi hermana subió a casa y apareció en los brazos con un cerdo enano!! No me lo podía creer!.
Llevo mucho tiempo queriendo comprarme un perro, caniche toy para ser exactos, son muy pequeños (lo que los convierte en la mascota ideal para un piso), no se les cae el pelo ya que lo que tienen es lana y son muy cariñosos. Pero Gaby no quiere “seres vivos en casa”, no quiere más responsabilidades…pero yo no paro de intentar convencerle y de hacerle ver lo beneficioso de compartir tu vida con un perro, son fieles, buenos amigos y hacen mucha compañía. En mi búsqueda de mi supuesta mascota he hecho participes a algunos miembros de mi familia, entre ellos a mi madre para que investigue donde puedo conseguir un caniche toy a buen precio. Mi madre acudió a preguntar sobre cachorros toy una pajareria cercana a su casa y descubrió que allí vendian cerdos enanos por tan solo 100 euros.
Se quedo sorprendida, nunca los había visto y les pareció encantadores. A los pocos días una vecina del barrio iba paseando uno por la calle, mi madre y mi hermana se quedaron prendadas. Hasta el punto que mi hermana acudió a la pajareria con su novio y compraron una cerdita, Momo, todo esto sin que mi madre diera el visto bueno.
Mi hermana nada más comprar a la cerdita vino a casa a “presentármela”, me quede muy sorprendido y le pedí que esperara que Gaby llegase a casa para enseñarle a Momo.
Le dije que cuando Gaby viera a Momo le dijese que no era suyo y que realmente lo había comprado yo, para estudiar la reacción de Gaby. Cuando Gaby llego y le contamos que esa cerdita la había comprado yo, se quedo inmóvil y directamente dijo “NO”. Viendo lo serio que se puso, pronto le contamos la verdad, Momo era de mi hermana.
El plan de mi hermana es que Momo se quede unas noches en casa de su novio , hasta que intente aconstumbrar a los dos caniches de mi madre a la presencia de la cerdita. Mi madre se entero a las pocas horas de que mi hermana estuviese en casa de la compra de Momo. Su reacción fue bastante buena pero dijo que no quería que su casa pareciese una granja! La entiendo, me gustan mucho los animales, pero un cerdo enano no me entusiasma, no lo considero como a una mascota. Sera cuestión de aconstumbrarse.
Desde nuestra vuelta de Japón el tiempo en España ha ido de mal en peor y este otoño se ha convertido en uno de los más fríos que se recuerda. La gente que no es de Castellón siempre ha creido que nuestro invierno es suave y benevolo y en cierta manera así es.
Las temperaturas caen bajos mínimos muchas veces en Castellón ya que su interior es uno de los más montañosos de España y cuando empieza el frío suelen haber fuertes nevadas, lo que acaba afectando a las poblaciones de la costa. Y es que los frios vientos del interior llegan hasta la comarca de La Plana ( o sea el litoral de Castellón) esto incluye a Vila-real. Este otoño el pico de Penyagolosa (la montaña más alta de la provincia) ya se puede divisar nevado y en las temperaturas se esta aprecieando el fuerte descenso. Lo que realmente salva a Castellón de ser una provincia muy fría es el sol, disfrutamos de la ventaja de tener muchas horas de sol al año, esto convierte nuestro invierno en algo más llevadero. Pero el día que amanece plomizo o nos viene el viento del interior o del mismisimo Teruel, tenemos la sensación termica de la Estepa Rusa.
Ayer Domingo baje a por el periodico y no habia nadie por la calle, eran las 12 del mediodía y cuando la mañana es despejada y luce el sol, aunque sea invierno, la gente sale a pasear y disfrutar del sol. Sin embargo ayer fue un día plomizo y la noche anterior llovio sin parar así que la gente no se animo ni a ir a comprar el periodico.
Lo que llevo peor del otoño es el cambio horario, es increible lo pronto que anochece, parece que a las 6 de la tarde sea hora de estar recogidos en casa por que la noche ya ha caido, pero todo es cuestión de volver aconstumbrarse. No hay nada como el verano.
